5 películas increíbles sobre futuros distópicos que puedes ver en Star+

Imaginar el futuro, es uno de los grandes tropos de la ciencia ficción. Pero no siempre, se trata de una visión alentadora o esperanzadora. Un giro oscuro que forma parte de los mejores argumentos del género. 

Según Isaac Asimov, escribir sobre el futuro siempre conlleva el riesgo de acertar. El escritor pronunció la críptica frase en una entrevista en la que además profundizó en uno de los conceptos más revolucionarios de sus novelas. La psicohistoria, una forma de predicción algorítmica que es capaz de explorar escenarios futuros con una alta probabilidad de ocurrir, es el centro de su saga Fundación. Pero a la vez, es un recorrido bien estructurado acerca de un tópico recurrente de la ciencia ficción en las películas. Lo peor que puede ocurrir, puede ser una profecía que comienza a cumplirse a través de cada error humano. 

Se trata, además, de una de las ideas que sustenta la distopía o en otras palabras, el peor futuro que el género es posible imaginar. Una premisa recurrente que se alimenta de los temores, paranoias y preocupaciones colectivas. También, de un recorrido a través de las grandes tragedias que la cultura imagina a medida que la desesperanza por lo que vendrá, se hace más retorcida. Al final, la visión distópica del mañana no es solo una amenaza. También es un anuncio de las peores situaciones, enlazadas y construidas a través de todos los dolores sociales e incluso morales, de una civilización. 

Para meditar sobre un tema tan controvertido, te dejamos cinco películas de futuros catastróficos que exploran en lo que pudiera ocurrir a través de premisas inquietantes. De una batalla contra la inteligencia artificial a la posibilidad de una batalla en la que entra en juego la evolución de la raza humana. La selección se extiende a terrenos incluso siniestros a medida que analiza su factibilidad en los años venideros. El punto más alarmante en sus argumentos. 

Resistencia

Gareth Edwards tomó el temor acerca de la posibilidad que la inteligencia artificial que se considere una criatura viva para profundizar en una premisa inquietante. Eso, al plantear un mundo en que los robots que son, en sí mismos, una especie que lucha por su supervivencia. Resistencia engloba no solo las mayores esperanzas y temores acerca de crear vida autónoma por medio de la tecnología. A la vez, lo lleva a un recorrido por un mundo herido por el prejuicio, el miedo y la violencia. 

Es en medio de este escenario doloroso, que Joshua (John David Washington) deberá plantearse preguntas acerca de lo que es la vida. Al mismo tiempo, decidir a quién pertenece su lealtad, en medio de un mapa de situaciones cada vez más complicado. Mientras la mitad de un mundo futuro intenta erradicar a los androides, la otra lucha por protegerla. Lo que empujará una guerra sin cuartel, que incluso amenaza la existencia de la raza humana.

Esta epopeya humanista llena de referencias a la filosofía y a la ciencia ficción pura, es un deleite para los amantes del género. Pero a la vez, un porvenir probable que resulta escalofriante en la actualidad. ¿Es a lo que se tendrá que enfrentar el hombre del futuro? La película no ofrece respuesta para semejante pregunta, aunque lo intenta. 

El precio del mañana

El cineasta Andrew Niccol analiza, en esta película del 2011, la tétrica posibilidad que la vida — o el tiempo que resta para la muerte — sea un bien de consumo. Lo que convertiría, cada día de existencia, en moneda de cambio entre ricos y pobres. Por lo que, los más acomodados terminan por librarse de las ataduras de la muerte física, mientras los que no pueden costearse el lujo de vivir, luchan por unos minutos más de vida. 

En una realidad semejante, Will (Justin Timberlake), se esfuerza por evitar morir o matar. No obstante, terminará de ser acusado de ambas cosas, mientras lucha, con las escasas armas a su disposición, para derrumbar un sistema de una crueldad inusitada. Pero no solo no podrá hacerlo. Además, tendrá que lidiar, con el hecho que sus minutos están contados.

Esta distopía, que explora en el sueño de la inmortalidad, es tenebrosa por su implacable claridad. Gradualmente, lo que comienza con la esperanza de rebasar las ataduras de la biología, se convierte en un crimen de ambición. Una mirada al futuro que no está muy lejos de la realidad actual. 

El fin de los tiempos

El director M. Night Shyamalan parece estar obsesionado con las catástrofes apocalípticas. Algo que plasma de manera singular en la que se considera su obra más incomprendida y extravagante. Lo que comienza por una especie de extraño efecto psiquiátrico que empuja al suicidio, se transforma en un ataque violento. Mucho peor, del enemigo que la humanidad nunca temió en realidad. La vegetación del mundo convertido en una oleada destructiva y ponzoñosa. 

Sin duda, la premisa parece disparatada y en cierta forma, el director no logra superar la idea de sin sentido que la rodea. Pero en sus mejores momentos, la película se transforma en un thriller inquietante acerca de mal y del bien, enlazados en el instinto de supervivencia. Y aunque la cinta no logra cumplir sus ambiciosas premisas, sí deja una interrogante a su paso. ¿Podría ser la naturaleza un enemigo que cobre venganza alguna vez? 

Prometeo

En el 2012, Ridley Scott volvió al universo de Alien con una premisa radical que cambió el sentido completo de la franquicia. La pregunta acerca de dónde proviene la vida y quién la creo, encuentra respuesta en esta película de tono misterioso. Pero además, plantea muchas otras alrededor de la posibilidad que lo que creemos es el origen de toda existencia, sea una trampa mortal capaz de, también, acabar con ella. 

A pesar de sus fallos — la cinta hereda muchos de los problemas de la franquicia de la que procede — la historia es apasionante por sus implicaciones. Más allá de la batalla con los xenoformos, está la gran interrogante acerca de si el origen de la humanidad, no es místico, sino un escalofriante experimento. 

Mucho más, a medida que la trama agrega la posibilidad que eso sea cierto. Con inteligencia artificial capaz de matar y conspirar, la ambición humana convertida en una puerta hacia el horror, la cinta tiene mucho de relato tétrico. Sin embargo, lo que insinúa es tan complejo, que por sí misma, es una mirada novedosa a los escenarios distópicos. Algo nada fácil de hacer. 

El planeta de los simios: La Guerra

Matt Reeves transformó la premisa de la clásica saga El planeta de los simios, en algo mucho más elaborado. Y en especial, en esta película, en que la lucha entre simios y sobrevivientes de la raza humana se hace encarnizada. No obstante, lo más interesante continúa siendo la forma en que el argumento explora los matices acerca de dos especies en pugna por convertirse en la dominante sobre el planeta.

Lo que comenzó como un experimento, se transformó en territorio de lucha por sobrevivir. El director explora incluso más allá: en el hecho que posiblemente la raza humana encuentre su final debido a sus errores. Una dolorosa perspectiva, que la cinta muestra a detalle. 

Fuente | Hipertextual

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